sábado, 7 de julio de 2012

Residencia en la Tierra


por: Ingrid González de Rodríguez
“Residencia en la Tierra” marca un estilo de escribir, un lenguaje de las cosas cotidianas
Pablo Neruda cali(Neftalí Reyes Basoalto) nació en la lo dad de Parral, Chile, el 12 de Julio de 1904. Por una poesía que, “con la potencia de una fuerza natural hace revivir el destino y los sueños de un continente” se le confirió el premio Nobel en 1971.
En sus memorias “Confieso que he vivido”, escribió el testimonio de los
hechos más significativos de su vida, dando cuenta de su infancia en la impresionante región del Chile Austral.
“Comenzare por decir, sobre los días y los años de mi infancia, que mi único personaje inolvidable fue la lluvia. La gran lluvia austral que cae como una catarata del polo, desde los cielos del Cabo de Hornos hasta la Frontera. En esta frontera o far west de mi patria, nací a la vida, a la tierra, a la poesía y a la lluvia”.
Con razón siempre se ha dicho que Neruda es el poeta de América, sin embargo su signo peculiar es el de la universalidad, pues aunque hubo un Neruda enamorado, otro combativo, un tercero experimentador, y otro hispanoamericano y continental, Neruda nunca olvidó la belleza formal.
Su obra está marcada por una temática sorprendente y vitalista, el poeta canta el amor y al sentimiento, lo geográfico, la naturaleza, lo histórico, lo social, las materias, lo memorial. Todo lo humano, al igual lo natural se convierte en materia poética en los versos de Pablo Neruda.
 “El penacho de luz terrible del volcán Llaima, bajo los volcanes, junto a los ventisqueros, entre los grandes lagos, el fragante, el enmarañado bosque chileno, esa naturaleza que me daba una especie de embriaguez. De ella me atraían, los pájaros, los escarabajos, los huevos de perdiz”… De los que “me asombra” su perfección, me asombra también la perfección de los insectos que veo en los troncos de los maquis y de los manzanos silvestres”.
 La obra de Neruda celebra los objetos, la naturaleza y las vivencias cotidianas, de ahí que convierte en poesía las situaciones más normales y comunes, se convierten en una materia poética, que expresa con desmesurada belleza la celebración de la vida.
“Uno de los libros fundamentales de Pablo Neruda se empezó a escribir en los años que vive en los países del oriente (los más solitarios de su vida, pero también los más creadoramente sorprendentes): Residencia en la Tierra publicado originariamente en Santiago, 1933, y después, en 1935, en Madrid. Es una obra cumbre de su escrituario, pues marca un hito en la poesía chilena e hispanoamericana del siglo veinte convirtiéndose en uno de los libros claves de la literatura contemporánea. Marca una manera de escribir, un estilo nerudiano, un lenguaje de las cosas cotidianas, de las materias, de la existencia humana”.
En 1927 ingresa al Servicio Diplomático, lo que le permitió viajar por todo el mundo. Trotamundos por excelencia, se distinguió como uno de los más destacados intelectuales chilenos del siglo XX.  Su extensa obra se sucede con continuidad, publicando de año en año, una larga relación bibliográfica se sucede hasta el momento de su muerte. Su primer libro “Crepusculario’, fue publicado en 1923. Un año después apareció “Veinte poemas de amor y una canción desesperada”, que le dio fama universal. Publicó además “Canto General”, 1950, “Odas elementales”, 1954, “Residencia de la Tierra”, 1935, “España en el Corazón”, 1937, “Estravagario”, 1948, “Los versos del capitán”, 1952, “Cien sonetos de amor”, 1962, “Memorial de Isla negra”, 1964, y “Arte de pájaros”, 1966, entre otros.
 “De su obra sorprendente afloran los amores y las esperanzas, los tristes y torrenciales versos, las historias y aventuras, las soledades, alegrías y destino del hombre de nuestro tiempo”