sábado, 10 de septiembre de 2016

GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ, EN EL IV CONGRESO DE LA LENGUA ESPAÑOLA

Gabriel García Márquez

Un emotivo homenaje fue celebrado ayer en Cartagena de Indias, Colombia, durante la celebración del “IV Congreso Internacional de la Lengua Española” en conmemoración de la edición de “un millón de ejemplares” de Cien años de Soledad, la célebre novela del escritor colombiano Gabriel García Márquez premio Nóbel de literatura del año1982.

En el homenaje que se le rindió en la sesión inaugural, el Nóbel se esculpió a sí mismo. Como escritor se descarnó, explicando el proceso de creación de la obra, a la cual se entregó por entero desesperadamente, escribiendo sin parar “ni un solo día” durante18 meses hasta que terminó el libro que, por estos días sale a la venta en todos los países de habla española en una nueva edición de “un millón de ejemplares”.

Por su parte, el representante de La Academia de la Lengua dijo en el acto que han hecho este homenaje como un reconocimiento a una obra paradigmática que ha pasado por las manos de 50 millones de personas. Ante ello el autor expresó: “ni en mis más delirantes sueños podía imaginar que 50 millones de personas podrían llegar a leer una obra escrita en la soledad de mi cuarto, con las 28 letras del alfabeto, y dos dedos como todo arsenal. “También parecería una locura pensar que los lectores de Cien Años de Soledad son una comunidad que si viviera en un mismo pedazo de tierra, sería uno de los veinte países más poblados del mundo, dijo”.

Han pasado cuarenta años después de la publicación de la obra, y Gabriel García Márquez continúa manteniendo a todos bajo el hechizo de su palabra. En 1997 el autor celebró tres décadas del lanzamiento de la novela, al 2010 son 40 años y  cincuenta millones de ejemplares, en todos los idiomas imaginables que se han publicado, por lo cual, News Week ha señalado que Gabriel García Márquez es el escritor vivo más importante del mundo, algo que nunca pensó, pudiera sucederle, pues aunque en sus años de reportero soñaba con ser un escritor de éxito, jamás imaginó que iba a llegar tan lejos. Tampoco imaginó, que sus desolados y solitarios personajes fueran la puerta de acceso a terrenos nunca explorados en la materia literaria.

“La crítica actual sobre la obra de Gabriel García Márquez podría observarse como un excelente ejemplo de las transformaciones operadas en la sensibilidad y la naturaleza de sus lectores. Nadie pone en duda que su novela Cien Años de Soledad, publicada en Buenos Aires por Editorial Sudamericana en 1967, constituye no solo un importante acontecimiento estético, sino un hito de la narrativa en español. No es casual que la Real Academia Española y la Asociación de Academias de la Lengua Española, tras la edición del Quijote, patrocinara en 2007 la de esta novela considerada como una de las obras maestras de la ficción en español”.[1]

A partir de “Cien Años de Soledad” García Márquez alcanzó la categoría de Héroe en su Colombia natal, y adonde quiera que llega desata la pasión popular y también la académica. Sus lectores lo aman sin condiciones pues sienten que su mundo mítico, fruto del poder maravilloso de la imaginación les pertenece.

En “Aracataca” su pueblo natal, se inspiró García Márquez para inventar el mágico escenario de Cien Años de Soledad, que transcurre en el simbólico pueblo de Macondo, el escenario que representa a cualquier pueblo de algún apartado rincón latinoamericano o caribeño, con casas de barro y caña brava, construidas a orillas de algún río inmenso de piedras prehistóricas como las que rodean a la aldea del ensueño y el olvido. “Aracataca” como Macondo es un pueblo en el que, el tiempo parece haberse detenido para dar paso a un espacio mítico de fantasías desorbitadas y personajes desolados que el escritor va develando en sus primeras novelas La Hojarasca y El Coronel no tiene quién le escriba. El propio García Márquez ha dicho: “para mí Macondo es un estado de ánimo, al escribir Cien Años de Soledad sólo quise, dejar una constancia poética del mundo de mi infancia, que transcurrió en una casa muy grande, muy triste, con una hermana que comía tierra y una abuela que adivinaba el porvenir”. Ya antes de la publicación de su primer libro “La Hojarasca” (1955) Gabriel García Márquez era ampliamente conocido en los medios periodísticos colombianos, iniciando su carrera en el Universal (1949) y el Heraldo (1950) de donde pasó al espectador en 1955. En octubre de 1982 recibió el Premio Nobel por Cien Años de Soledad, la novela que apareció en Argentina en 1967 editada por la editorial Sudamericana y que se agotó en cosa de  días. Hoy se ha convertido en un clásico de la narrativa hispanoamericana de todos los tiempos.






[1] Ródenas Domingo. Ob. Cit. p. 510.

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