martes, 3 de mayo de 2011

La Narrativa de Sábato Expone su Preocupación por el Ser Humano




Falleció a la edad de 99 años en su residencia de Santos Lugares, en la provincia de Buenos Aires, el novelista, científico, ensayista y periodista argentino Ernesto Sábato, luego de varios meses de padecimientos de salud.

En vida recibió importantes premios y condecoraciones, por su obra de hondo sentido filosófico y altos valores estéticos.

Nació en Rojas, provincia de Buenos Aires, en 1911. Físico notable, hizo su doctorado en ciencias en la Universidad de la Plata en su natal Argentina, desde allí partió a París,dónde trabajó en radiaciones atómicas en el laboratorio Curie, abandonando definitivamente las ciencias en 1945 para dedicarse exclusivamente a la literatura, dónde dejó sentir su formación científica, su contacto con el surrealismo que le vino de sus años en París, y la influencia del pensamiento de Bouber Y Mounier, para su defensa incondicional de la justicia social y la democracia.

Breve pero vasta, su obra representa un gran aporte a la literatura hispanoamericana y universal: Es autor de 3 novelas, El Túnel (1948), Sobre Héroes y Tumbas (1961) y Abaddón el Exterminador (1974), además de un conjunto de ensayos, en los cuales proclama la crisis total del hombre marcada por los dolorosos dilemas de la condición humana: Soledad, incomunicación, muerte, mal, esperanza, ansia de poder, búsqueda de absoluto, sentido o sinsentido de la existencia, presencia o ausencia de Dios”

La narrativa de Sábato busca obsesivamente respuesta a las incógnitas de la existencia humana,adentrándose en la exploración psicológica, y la posición existencialista conducen a sus protagonistas al vacío de un abismo desesperanzado. Sin embargo, al final del túnel hay una luz: el impulso personal y la libertad de elección por una sociedad menos egoísta y más humanizada.

El tono de “El Túnel” fluye con el de las obras maestras de la literatura existencialista. Por ello fue uno de los relatos hispanoamericanos del siglo XX con notable trascendencia internacional. Es una bella e inquietante reflexión sobre la soledad y la incomunicación.

Como modelo del género ensayístico en su obra destacan “Uno y el Universo” (1945), “Hombres y Engranajes” (1951), y “El escritor y sus Fantasmas” (1963).
La saliente cualidad de estos ensayos es su interés de lectura. Están escritos con singular profundidad y armonía, conjugando la ternura con la sátira y el humor negro. A leerlos, nos envuelve el tono fuertemente poético y jugoso de la prosa y su meditación, una sugestiva combinación de palabras que gracias al empleo de imágenes descriptivas logra transmitir la desesperada angustia que palpita en las palabras. Con una hondura particular Sábato da vida a personajes y hechos, creando una obra de formidables valores expresivos.

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